Tutmosis IV

La historia de Tutmosis IV
Se cuenta que el futuro faraón no era el heredero al trono por ley. En una excursión, decidió echar un sueño a la sombra de la Esfinge, la cual, estaba totalmente enterrada a excepción de la cabeza. La diosa Esinge se le apareció en sueños y le ofreció un trato: "si me despojas de toda esta arena, te convertiré en faraón" Tutmosis no perdió tiempo y puso a sus sirvientes a trabajar. En aquella época, la esfinge era identificada como el dios Sol Hamarquis.
Cuando Tutmosis IV fue coronado como rey del alto y bajo Egipto, volvió e hizo erigir la estela del sueño, entre las patas de la Esfinge.
En su corto reinado comienzan a atisbarse los cambios que acabarían por desembocar en la crisis de Amarna bajo el reinado del que sería su nieto, Akenatón. El poder del clero de Amón era demasiado grande y ya empezaban a competir con el del faraón, debido a las inmensas riquezas que había recibido tiempo atrás. Por ello, en vez de hacer como sus antecesores, que legitimaban su acceso al trono gracias a la intercesión de Amón, Tutmosis IV optó por declarar que era el dios Ra, quien le aseguró que sería rey si desenterraba de la arena y si representaba la figura en el escudo de sus soldados (recordando la frase In hoc signo vinces) a la Gran Esfinge, que yacía semienterrada desde hacía varios siglos, y olvidada por todos.


Pero, ¿Qué tiene de real esta historia?
Se sabe que la propia estela no era más que un dintel de uno de los templos de Kefrén. También realizó reconstrucciones del cuerpo del animal con partes de la calzada del mismo templo.
Ya que hablamos de templos, ¿Realmente fueron templos las edificaciones que hoy conocemos como templos de la Esfinge? Nunca fueron utilizados como lugar de culto. Jamás se ha hecho ninguna alusión en ninguna mastaba de todo Egipto a ninguno de sus sacerdotes.
Muchos investigadores dicen hoy día que la Esfinge pertenece a Kefrén porque en la estela del sueño se hace referencia a este faraón. Lo cierto es que no hay ninguna evidencia (más que la cercanía física) que nos diga que perteneció a Kefrén. En la estela no dice nada.
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